Meditaciones del Reverendo David J. Calvo de la IELU del 27 de Noviembre al 6 de Enero de 2012

16 11 2011

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2011-11-30-San Andrés

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Basta de Prudencia

9 08 2010

Por Lisandro Orlov.

Observador Juvenil/Kaos en la Red.

El poder ha sido siempre ese monstruo que rodea el entorno de nuestros liderazgos y aún de nuestras comunidades tratando de devorarlos con sus encantamientos. Lee el resto de esta entrada »





Carta Pastoral: No a La Violencia

30 07 2010

Iglesia Luterana Salvadoreña

¡!Manténganse alerta!, “que la verdad

y la justicia de Dios, los visten y protejan

como una armadura”.

Efesios 6,14. Lee el resto de esta entrada »





Cristo Jesus, Respuesta a La Crisis

30 07 2010

Catedral de San Lorenzo, Alemania.

28 de Julio de 2010.

Mateo 14: 13-20

  1. INTRODUCCIÓN.

El trabajo del Reino es cansado, se requiere de energía y cuando interviene las fuerzas de la energía del Espíritu Santo, existe la capacidad para soportar tanto trabajo, tantos esfuerzos, tantos problemas, tantas necesidades, tantas incomprensiones y hasta traiciones. Lee el resto de esta entrada »





El Pan Nuestro De Cada Dia Danos Hoy

30 07 2010

    El Pan Nuestro de Cada Dia Danos Hoy
    LUCAS  12,13,21

Los rabinos en Israel eran consultados por problemas de herencia o dinero entre  las familias, pero  Jesús  se negaba a involucrase en asuntos de dinero. Sin embargo por ser problemas de la vida, el Santo Evangelio nos narra, un caso cuando alguien llega a Jesús para  pedir que intervenga en un problema de Herencia. Lee el resto de esta entrada »





Inicia Simposio de Mission EineWelt en Neuendettelsau

29 07 2010

Obispo Medardo Gomez Predicando en la Catedral de Nurember. Foto: Martin Diaz

Por Martin Diaz.

Observador Juvenil/Kaos en la Red.

El encuentro de Mission Einewelt se da luego de la undécima asamblea de la Federación Luterana Mundial bajo la consigna ¡Basta Ya! en la ciudad de Neudettelsau, donde se tocaran temas cruciales como soberanía alimentaria, ética Cristiana y el efecto del cambio climático. Lee el resto de esta entrada »





Del lamento a actos de justicia por el pan cotidiano

24 10 2009

Noko-collarQueridos hermanas y hermanos:

Danos hoy nuestro pan de cada día” es el tema de la Undécima Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM). Esta petición no solo reverbera nuestra oración, esperanza y tristeza, sino también nuestro lamento colectivo Lee el resto de esta entrada »





¿Cuál será el futuro de nuestros nietos?

29 08 2009

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Por Leonardo Boff.

Observador Juvenil/El Esplendor.

Mirando a mis nietos jugando en el jardín, saltando como cabras, rodando por el suelo, y subiendo y bajando de los árboles, me surgen dos sentimientos. Uno de envidia, pues ya no puedo hacer nada de eso con las cuatro prótesis que tengo en los miembros inferiores. Y otro de preocupación: ¿a qué mundo tendrán que enfrentarse dentro de algunos años?Los pronósticos de los especialistas más serios son amenazantes. Hay una fecha fatídica o mágica de la que hablan siempre: el año 2025. Casi todos afirman que si ahora no hacemos nada o no hacemos lo suficiente, la catástrofe ecológico-humanitaria será inevitable.

La lenta recuperación de la actual crisis económico-financiera que se nota en muchos países, todavía no significa una salida de ella. Solamente que terminó la caída libre. Vuelve el desarrollo/crecimiento, pero con otra crisis: la del desempleo. Millones de personas están condenadas a ser desempleados estructurales, es decir, que no volverán a ingresar en el mercado de trabajo, ni siquiera quedarán como ejército de reserva del proceso productivo. Simplemente son prescindibles. ¿Qué significa quedar desempleado permanentemente sino una muerte lenta y una desintegración profunda del sentido de la vida? Añádase además que hasta esa fecha fatídica están pronosticados de 150 a 200 millones de refugiados climáticos.

El informe hecho por 2.700 científicos «State of the Future 2009» (O Globo de 14.07/09) dice enfáticamente que debido principalmente al calentamiento global, hacia 2025, cerca de tres mil millones de personas no tendrán acceso a agua potable. ¿Qué quiere decir eso? Sencillamente, que esos miles de millones, si no son socorridos, podrán morir de sed, deshidratación y otras enfermedades. El informe dice más: la mitad de la población mundial estará envuelta en convulsiones sociales a causa de la crisis socio-ecológica mundial.

Paul Krugman, premio Nóbel de economía de 2008, siempre ponderado y crítico en cuanto a la insuficiencia de las medidas para enfrentar la crisis socioambiental, escribió recientemente: «Si el consenso de los especialistas económicos es pésimo, el consenso de los especialistas del cambio climático es terrible» (JB 14/07/09). Y comenta: «si actuamos como hemos venido haciéndolo, no el peor escenario, sino el más probable será la elevación de las temperaturas que van a destruir la vida tal como la conocemos».

Si probablemente va a ser así, mi preocupación por los nietos se transforma en angustia: ¿qué mundo heredarán de nosotros? ¿Qué decisiones se verán obligados a tomar que podrán significar para ellos la vida o la muerte?

Nos comportamos como si la Tierra fuese nuestra y de nuestra generación. Olvidamos que ella pertenece principalmente a los que van a venir, nuestros hijos y nietos. Ellos tienen derecho a poder entrar en este mundo mínimamente habitable y con las condiciones necesarias para una vida decente que no sólo les permita sobrevivir sino florecer e irradiar.

Los escenarios a los que nos hemos referido nos obligan a soluciones que cambian el cuadro global de nuestra vida en la Tierra. No sirve seguir ganando dinero con la venta del derecho a contaminar (créditos de carbono) y con la economía verde. Si el genio del capitalismo es saber adaptarse a cada circunstancia, siempre que se preserven las leyes del mercado y las oportunidades de ganancia, ahora debemos reconocer que esta estrategia no es ya posible. Precipitaría la catástrofe previsible.

Si queremos tener futuro, debemos partir de otras premisas: en vez de explotación, sinergia humanos-naturaleza, pues Tierra y humanidad forman un único todo; en lugar de competir, cooperar, base de la construcción de la sociedad con rostro humano.

Me dan alguna esperanza los teóricos de la complejidad, de la incertidumbre y del caos (Prigogine, Heisenberg, Morin) que dicen: en toda realidad funciona la siguiente dinámica: el desorden lleva a la auto-organización y a un nuevo orden, y así, a la continuidad de la vida en un nivel más alto. Porque amamos las estrellas no tenemos miedo de la oscuridad.


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Legado de la crisis: ¿cuál es el mejor sueño?

16 08 2009

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Por Leonardo Boff.

Observador Juvenil/El Esplendor.

La crisis actual está destruyendo el horizonte de esperanza de gran parte de la humanidad, especialmente de los jóvenes. Hay un vacío de sueños y de causas capaces de movilizar a las personas. Miguel d’Escoto, Presidente da Asamblea General de la ONU, decía recientemente, siguiendo a J. Stiglitz, Nóbel de economía: «El legado de esta crisis será una batalla de alcance global en torno a ideas, mejor dicho, en torno a cuál sueño será mejor para la humanidad y para la Tierra».

Todo generalmente comienza desde abajo, de algo que parece insignificante pero que está en la dirección correcta y trae consigo las potencialidades de lo nuevo. Estas eran las ideas que me venían a la mente cuando participé del 12 Encuentro Intereclesial de Comunidades Eclesiales de Base en Porto Velho, Rondonia, a mediados de julio. Había más de tres mil personas, representantes de las cerca de cien mil comunidades, venidas de todos los rincones de Brasil. Durante tres años, mediante buenas ayudas, se prepararon, estudiando los problemas ecológicos y sociales de la Amazonia. El tema se formuló así: «Del vientre de la Tierra, el grito que viene de la Amazonia».

Participé en grupos y en las plenarias. Quedé extasiado con su nivel de conciencia acerca de las cuestiones ecológicas locales y globales, sobre el calentamiento global y la tragedia que puede suceder a toda la humanidad si no cambiamos nuestro modo de ser. Lo que más les preocupaba era el impacto de los grandes proyectos que están previstos para la Amazonia: más de 50 hidroeléctricas, empresas mineras, siderúrgicas y apertura de carreteras. Les producía indignación el avance del agronegocio y de la industria agropecuaria en la selva amazónica y en el cerrado. Curiosamente, se daban cuenta de que tales macroproyectos están dentro da lógica del modelo de crecimiento, atrasado, que se impone de arriba abajo, sin dialogar con las poblaciones locales, indígenas, siringueros, ribereños, palenqueros (descendientes de esclavos liberados) y otros. Resisten, bloquean caminos, cercan las obras para obligar a los directores a dialogar con ellos. Saben que tales proyectos se llevarán a cabo sin ninguna consideración, pero quieren demostrar que se puede hacer de otra manera y buscando alternativas menos agresoras de la naturaleza.

Se analizaron en detalle los cinco gritos que irrumpen de la Amazonia: el grito de los pueblos originarios, obligados a trasladarse y a perder sus tierras, tradiciones y culturas; el grito de la tierra, apropiada ilegalmente y devastada por la ganancia de lucro; el grito de las aguas, muchas de ellas contaminadas por el mercurio de la minería a cielo abierto, matando peces y privando de su subsistencia a los ribereños; el grito de las selvas derribadas. Para ellos estaba claro que el problema no es el suelo que es pobre, sino lo que está encima, como las plantas, los animales, los millares de insectos, en fin, la biodiversidad. La misión de la Amazonia no es ser tierra para soja, caña de azúcar o ganado, sino mantenerse en pie a fin de garantizar el equilibrio de los climas mundiales, asegurar la humedad a regiones lejanas alcanzadas por los “ríos voladores” que salen de las selvas, pues cada árbol grande lanza a la atmósfera cerca de 300 litros de agua en forma de humedad la día, el grito de las ciudades, el 40% sin agua corriente y el 80% sin alcantarillado.

Se sacaron conclusiones claras: las CEBs no deben ser sólo comunidades eclesiales sino también ecológicas de base, cosa que está presente en la propia sigla CEBs. Hay que asumir la florestanía, es decir, cómo ser ciudadanos de la floresta preservada y apoyar a los movimientos populares y partidos políticos ligados a la transformación social.

En esos cuatro días resonaba por todas partes el lema africano que dijo el extraordinario obispo de la selva, don Moacyr Grechi: «gentes sencillas, haciendo cosas pequeñas en lugares poco importantes, unidas, hacen cosas extraordinarias». Y la gente de las CEBs está haciendo milagros. Por aquí hay camino y un futuro-semilla para la humanidad.

Dios no planta árboles, decía el obispo, planta semillas. Entre ellas están las CEBs: semillas de lo nuevo.


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Un círculo vicioso mortal

8 08 2009

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Por Leonardo Boff.

Observador Juvenil/El Esplendor.

Estamos todos sentados encima de paradigmas civilizacionales y económicos fallidos. Es lo que nos revela la actual crisis global con sus varias ramificaciones. A corto y a medio plazo no hay nada que se presente como consistente. Somos pasajeros de un avión en vuelo ciego. Lo que se ofrece es hacer correcciones y controles a la Keynes, que en el fondo son cambios en el sistema, pero no cambios del sistema. Pero es el sistema lo que resulta realmente insostenible, incapaz de ofrecer un horizonte prometedor para la humanidad. Por eso, se demanda otro sistema y otro paradigma de habitar este pequeño, viejo, devastado y superpoblado planeta. Es urgente porque el tiempo del reloj corre en contra nuestra y tenemos poca sabiduría y escaso sentido de cooperación.

Por causa de los intereses de los poderosos, que no hacen lo necesario para evitar lo fatal, las soluciones que están siendo puestas en marcha en el mundo van en la línea de «más de lo mismo». Esto es absolutamente irracional, pues ha sido ese «mismo» lo que nos ha llevado a la crisis, que puede evolucionar hacia una tragedia completa.

Estamos, pues, enredados en un círculo vicioso letal. Les guste o no a los economistas -los «salvadores» del mundo-, tenemos a la vista dos puntos muertos: uno humanitario y otro ecológico. El primero es de naturaleza ética: la conciencia planetaria, surgida como consecuencia de la globalización, suscita la pregunta: ¿cuánta inhumanidad y crueldad aguanta el espíritu humano cuando verifica que el 20% de las personas consume el 80% de toda la riqueza de la Tierra, condenando al resto a la cruz de la desesperación, acorralada por los límites de la supervivencia? ¿Aceptará el veredicto de muerte sobre ella… o se resistirá, se indignará y finalmente se rebelará por instinto de supervivencia? El ideal capitalista de crecimiento ilimitado en un planeta limitado ya no se puede seguir proponiendo o sólo bajo una gran violencia.

El segundo es el límite ecológico. El capitalismo creó la cultura del consumo y del desperdicio, cuyo prototipo es la sociedad norteamericana. Generalizar esta cultura —ya se han hecho los cálculos― necesitaría dos o más Tierras semejantes a la nuestra, lo que hace el proyecto irrealizable. Por otra parte, hemos llevado al límite los recursos y servicios de la Tierra y los sobrepasamos en un 40%. Todas las energías alternativas a la fósil, manteniendo el consumo actual, cubrirían solamente el 30% de la demanda global. Como se ve, dentro del mismo modelo, somos un sapo que se va cociendo lentamente sin posibilidad de salirse de la olla.

Hay tres propuestas creativas: la economía solidaria, que no se guía por el objetivo capitalista de maximización del lucro ni por su apropiación individual; el cambio de monedas regionales, y la tercera es la de la biocivilización y la Tierra de la Buena Esperanza, del economista polaco que dirige un centro de investigación sobre Brasil en Paris: Ignacy Sachs. Esta propuesta da un lugar central a la vida y a la naturaleza, considerando a Brasil el lugar donde se anticipa. Las tres son posibles, pero todavía no han acumulado fuerza suficiente para ser hegemónicas.

Ellas tal vez podrían salvarnos. ¿Pero tendremos tiempo hábil? Bien decía Gramsci: «lo viejo no acaba de morir y a lo nuevo le cuesta nacer». No se desmonta una cultura de un día para otro. Quien está acostumbrado a comer filete de lomo, difícilmente se resignará a comer huevo.

Mi sentimiento del mundo dice que vamos al encuentro de una formidable crisis generalizada que nos llevará al límite de la supervivencia. Cuando el agua nos llegue a la nariz, haremos todo para salvarnos. Posiblemente seremos todos socialistas, no por ideología sino por necesidad: los escasos recursos naturales serán repartidos ecuánimemente entre los humanos y los demás vivientes de la comunidad de vida.

San Agustín sabiamente enseñó que hay dos factores que producen en nosotros grandes transformaciones: el sufrimiento y el amor. Debemos aprender ya ahora a amar y a sufrir por esta única Casa Común a fin de que pueda ser una gran Arca de Noé que albergue a todos. Entonces la Tierra de la Buena Esperanza sí será señal de un Jardín del Edén que todavía está por venir.


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